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El viejo cayuco y Etrumka

September 23, 2012

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Sol niger. Leonora Carrington.

El viejo cayuco, por @pliniux, analizado y comentado por @yuriikko:

Nota: @pliniux no había quedado satisfecho con su primer borrador; le parecía que era más realista mágico que surrealista. Sí, tenía toda la razón. Hizo un segundo intento de convertir su historia en surrealista, y aquí están las dos versiones.

El viejo cayuco
(versión uno)

Aquella noche, asistimos a despedirlos. No tenía ni quince días que todo el pueblo había estado bailando en su boda.

El funeral fue al estilo vikingo. Se les amortajó juntos, abrazados. Se les colocó en su viejo cayuco y se les dejó en alta mar.
Habían salido a pescar de madrugada. Él había nacido en un hogar de pescadores. Y ella, en cambio, no sabía pescar. Pero los dos tenían algo de seres marinos. Dicen en el pueblo que son delfines. Que en la noche se desnudan y se meten al mar.

Los dos sobresalían por su hermosura: ágiles, fuertes, de rostros finos como delineados por un ilustre pintor del renacimiento.

Pero había en ellos algo que inquietaba: sus almas. Poseían un par de espíritus sumamente poderosos. Casi se podían sentir.

Dicen que cuando salían los dos, no iban a pescar sino a hacer el amor. Que se volvían majestuosos delfines retozando en el mar. Que sus cuerpos y almas se fundían en una indescriptible y voluptuosa danza de amor. Que jamás se había contemplado tal placer.

Que apareció el tiburón. Que los delfines lo enfrentaron. Que la música se detuvo. Que el frenesí se tornó en silencio.

Esa noche, vimos sus almas elevarse y detenerse, un instante, para despedir a su otra mitad con una última y triste mirada.

Fin.

El viejo cayuco
(versión dos)

Aquella noche brumosa, asistimos a despedirlos. El baile, la música y la boda rebotaban. Hacía 15 días, apenas.
El funeral, estilo vikingo. Amortajados juntos, abrazados. En su viejo cayuco, a la deriva en alta mar.
Habían salido a pescar de madrugada. Él, hijo de un hogar de pescadores. Y ella, libre y universal.
Los dos eran seres marinos. Dicen en el pueblo que son delfines. Que en la noche se desnudan y se meten al mar.
Hermosura casi divina: ágiles, fuertes, de rostros finos. Modelos de un antiguo pintor del renacimiento.
Cuando salían los dos, no iban a pescar sino a hacer el amor: majestuosos delfines retozando en el mar.
Sus cuerpos y almas fundidos en una indescriptible y voluptuosa danza de amor. Dicen que jamás se había contemplado tal placer.
Apareció el tiburón. La música se detuvo. La danza se volvió batalla. El frenesí se tornó en silencio.
Esa noche, vi sus almas elevarse y detenerse –un instante– y reflejarse en el cielo y en el mar.

Fin.

Como la segunda fue su versión definitiva, es con la que trabajé, aunque no hubo mucho que hacer, realmente. Notarán porqué. Acostumbro poner el username del escritor precediendo cada fragmento (tweet) de su texto original, hacer comentarios, y luego, precedido de mi nombre (Yuri), reescribir el mismo fragmento, editado y con las correcciones pertinentes. En esta ocasión casi no fue necesario.

@pliniux: 1 Aquella noche brumosa, asistimos a despedirlos. El baile, la música y la boda rebotaban. Hacía 15 días, apenas. #10alas10

(Todo correcto.)

@pliniux: 2 El funeral, estilo vikingo. Amortajados juntos, abrazados. En su viejo cayuco, a la deriva en alta mar. #10alas10

(Todo correcto.)

@pliniux: 3 Habían salido a pescar de madrugada. Él, hijo de un hogar de pescadores. Y ella, libre y universal. #10alas10

(Todo correcto.)

@pliniux: 4 Los dos eran seres marinos. Dicen en el pueblo que son delfines. Que en la noche se desnudan y se meten al mar. #10alas10

(Confusión de tiempos verbales. “Eran” seres marinos porque ya murieron. Entonces se debe seguir hablando de ellos en pasado. A menos que se hable de sus fantasmas o espíritus en presente, pero en ninguna parte del cuento dice que sea así. Cambiemos todos los verbos a pasado.)

Yuri: Los dos eran seres marinos. Dicen en el pueblo que delfines. Que en la noche se desnudaban y se metían al mar.

@pliniux: 5 Hermosura casi divina: ágiles, fuertes, de rostros finos. Modelos de un antiguo pintor del renacimiento. #10alas10

(Todo correcto.)

@pliniux: 7 Cuando salían los dos, no iban a pescar sino a hacer el amor: majestuosos delfines retozando en el mar. #10alas10

(Todo correcto.)

@pliniux: 8 Sus cuerpos y almas fundidos en una indescriptible y voluptuosa danza de amor. Dicen que jamás se había contemplado tal placer. #10alas10

(Todo correcto.)

@pliniux: 9 Apareció el tiburón. La música se detuvo. La danza se volvió batalla. El frenesí se tornó en silencio. #10alas10

(Todo correcto.)

@pliniux: 10 Esa noche, vi sus almas elevarse y detenerse –un instante– y reflejarse en el cielo y en el mar. #10alas10

(Todo correcto.)

Este cuento está muy bien redactado. Salvo el detalle de la continuidad verbal en el párrafo 4.

Es una buena historia, y es bonita. Triste. Pero no es surrealista. El objetivo del curso de cuento no es que los escritores aprendan una fórmula o receta para hacer historias. Si fuera así, podríamos decir: para un cuento cubista, ponga seis perspectivas distintas; para un cuento surrealista, ¡añada una pizca de cosas absurdas!
El objetivo es hacerlos conectar con la forma de pensar y sentir de esas corrientes artísticas. No para que de ahora en adelante las adopten como suyas (seguramente no todos comulgarán con sus ideas), sino para que desarrollen su poder de percepción, abstracción, y el más difícil de todos: sensibilidad artística. El ejercicio de ponernos en los zapatos de los artistas surrealistas es muy importante para esto. ¿Recuerdan el símbolo que usa Luis Buñuel al inicio de su cortometraje Un perro andaluz? Cortan un ojo para significar así, que debe romperse con la visión cotidiana para accesar a la visión onírica. Y fundir ambas, luego. Pensar como si se estuviera soñando. Para cualquier escritor, del género que sea, esto es excelente. Activa muchísimo la imaginación y la creatividad. Y eso es muy útil, al fin, crear todo tipo de ficción requiere de mucha imaginación.

Ayudaré a Plinio a soñar despierto. Es más, ahorita hice un experimento mental como el de la película The cell, La célula, con Jennifer López, jaja. Perdón, es que la ví hace poco en tv. La forma que tiene de representar los sueños es impresionante. Esas escenas no pueden ser más surrealistas. Bueno, pues, supongamos que Plinio sueña y yo me conecto a su mente y le altero los sueños con mi intrusa presencia, jaja.
¿Te acuerdas del Jazz, Plinio? Tú tocaste, tu música fue tu cuento. Yo toqué la música que me inspiraste.

Plinio está soñando con el funeral vikingo de dos amantes con la cualidad de transformarse en delfines, muertos por un tiburón.
Me asomo a su sueño y veo que no solo están los dolientes humanos. Están los deudos de su otra familia, la del mar. He aquí lo que miro:

Una fauna marina fantasmagórica está gritando a lágrimas invisibles, porque ni los animales ni los espíritus pueden llorar.

Han muerto José y María, el hombre y mujer delfines. El pueblo cree que el asesino ha sido un tiburón. Pero ha sido Leviatán.

Él era el Demonio. Caminaba en el pueblo con zapatos de hombre, pero en el mar, serpenteaba, desnudada su piel de monstruo.

Leviatán deseaba a María sin poder seducirla con su mal amar de sierpe ni por tierra ni por agua. Ella amaba a su hombre-delfín.
Mientras nadaban, Leviatán incendió el mar. Hirvió fuego en el agua; el humo llegó al cielo. Hizo a Dios, que bostezaba, toser.

Entonces cielo y mar fueron esa misma cosa ardiente que se llama infierno. Y así, la mujer murió abrasada por la otra fiebre del Diablo. Su dorada belleza ya carbonizada, flotó con negros peces, medusas y tortugas, muertos. Y sobre cada cuerpo flotó cada alma.

El hombre-delfín, José, preservado del fuego para que viera, murió, impotente.
¡El Marmuerto! -reía Dios-. Los ángeles juzgaban.

¡Y el mar fuera de lecho, sin poder bajar de su altura descomunal, retorciéndose al aire, bullendo de almas! Gracia de Leviatán.

Los ángeles salen al puerto del cielo para bajar el mar, poner a María y José en un cayuco e incendiarlo con un fuego más puro.

Fin.

Bueno, aquí, como ha pasado otras veces, con otros escritores, tengo que dejar el cuento de @pliniux como está, porque el que yo me conecte con su subconsciente es una fantasía, claro. Solo él mismo puede sacar a la luz los pensamientos oníricos de su mente. Y/o, observar a la humanidad y saber reconocer los símbolos arraigados en el subconsciente colectivo para usarlos en sus creaciones literarias. Le decía a Plinio que el surrealismo suele ser provocador. Irreverente. Obliga a las personas que lo ven o leen a sacar los fantasmas que llevan agazapados en el subconsciente. Si un símbolo de los que usa nos hace respingar, perturbados, es que dió en el clavo.

Espero que al menos, al leer mi improvisada melodía, le hayan dado deseos de explorar más, de liberar su visión. Y a todos ustedes, lectores, también.
Sin miedo a que el resultado no sea convencionalmente bello, como lo es en el modernismo. Este un ejercicio para ampliar la visión y para sensibilizarse, nada más.
Ya ustedes formarán su propio estilo tomando de todo lo que hemos estudiado, aquello con lo que comulguen y combinándolo con su ideología propia.

Dicen, la tercera es la vencida. Tras una pausa para rumiar las ideas, el cuento surrealista de @pliniux, reescrito por él mismo.

El viejo cayuco.

Tercera versión.

“Todos mirando el mar sobre un muelle sostenido por unos adustos elefantes de marfil.
Mi padre, emocionado, recordaba la tragedia de Juan El Pescador: “se embarcó en la madrugada y nunca volvió”.
Era una noche anaranjada y las inquietas olas se elevaban, giraban y volvían a caer con estrépito en el mar.
Era una noche anaranjada y las inquietas olas se elevaban, giraban y volvían a caer con estrépito en el mar.
De pronto, las olas se habían convertido en dos majestuosos delfines que saltaban y bailaban en un rítmico cortejo de amor.
Mi padre, que ahora ya era Juan El Pescador, recordaba con nostalgia la terrible historia de Pedro y María.
Los delfines eran ellos haciendo el amor en el mar. Sus besos y caricias eran coreografía. Y el teatro era la noche.
“El viejo cayuco ya duerme en el mar”, musitó el anciano mientras maniobrábamos con firmeza el timón.
Mi padre, mis hermanos y yo perforamos las oscuras aguas y vimos, en el fondo del mar, despertar y bostezar al olvidado cayuco.
Nadó hasta la superficie. Abrió las temibles fauces y tiró la dentellada. La danza se volvió quietud. El amor se hizo muerte.
El tiburón se convirtió en mortaja, envolvió a los hermanos amantes y regresó a la eternidad, dormida en el fondo del mar.
Mi padre, yo y Juan El Pescador nos elevamos. Y amortajados, también, somos nubes azules que velan su amante sueño sempiterno. ”

Este cuento ya se mueve indistintamente entre aguas oníricas y el mundo “real”. Mi frase favorita fue “el amor se hizo muerte”. Visualicé el cuento paso a paso, y la imagen mental que más me gustó fue la del viejo cayuco bostezando. La que me impresionó más fue la del tiburón convirtiéndose en mortaja… Cosas que difícilmente alguien imaginaría con la visión “convencional”. Te felicito, abriste tu ojo surrealista. Una última vuelta de tuerca y quedó listo.

Felicidades de nuevo, gracias por reescribir tu cuento.

Y ahora, el cuento de @yurixicastro inspirado por la misma pintura. Ella, con esa visión y sensibilidad de la que hablaba, hizo algo surrealista y bonito a la vez.
La clave está en detalles como el nombre Etrumka, y que Etrumka coma marfil.
Otro detalle muy surrealista es que responda simplemente que sabe que el día y la noche son amantes, porque es martes. Claro, eso es lógico en los sueños. Razón más que válida.
Otros más: el deseo de llevar a los delfines al cielo, la telaraña carmín como los ojos de su madre, los enamorados que sacan con la red…
Todo es absurdo, pero es bello. Y es natural porque así lo toman todos.
Perfecto cuento, Yurixi. Felicidades. Lo dejo íntegro:

” -El día y la noche son amantes- dijo Etrumka mientras comía un poco de marfil en el muelle con sus hermanos.

-¿Cómo lo sabes?- respondieron los cuatro al mismo tiempo.

-Porque es martes.

Guardaron silencio, como esperando que el viento o el agua trajeran cantos de sirenas. Más silencio.

Otearon unos delfines que anunciaban su llegada emitiendo ultrasonidos sincronizados.

-¡Que no escapen esta vez!- gritaron agitados los hermanos.

Tomados de las manos tejieron rápidamente una tela de araña carmín, como los ojos de su madre.
La lanzaron al agua para pescar a los delfines y poder llevarlos al cielo.
Al halar la red, emergieron del agua dos enamorados.

-Os lo dije*: el día y la noche son amantes.”

Fin.

*Yo lo había dejado intacto; originalmente @yurixicastro había escrito “se los dije”, posteriormente descubrió que esto era incorrecto y lo cambió por “os lo dije”. El pronombre “lo” no se debe pluralizar porque se refiere a “lo” que Etrumka dijo, y dijo una sola cosa, no muchas. Para que no se confundiera el correcto “se lo dije”, con la forma de dirigirse a alguien a quien se habla de usted, @yurixicastro eligió el “os lo dije”.

Esta fue la segunda entrega del taller de cuentos surrealistas elaborados dentro del Curso de Historia y Práctica del Cuento Hispanoamericano. El curso se lleva a cabo a través de twitter y los ejercicios prácticos se presentan los miércoles 10. p.m., hora de México, bajo el HT #10alas10.

La corriente que correspondió ejercitar esta ocasión, fue el surrealismo. Si desean pueden consultar en este mismo blog la lección teórica: Minicurso de Cuento 9. Cosmopolitismo. C. Surrealismo.

Correspondió analizar las historias de @pliniux y @yurixicastro inspiradas en la pintura surrealista de Leonora Carrington publicada arriba.

Agradecemos comentarios e ideas.

@yuriikko.

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7 Comments
  1. Plinio Sosa permalink

    En efecto, El Viejo Cayuco versión 2, sigue sin ser surrealista. Se lo dije a Vero no bien lo acababa de tuitear. Ahora no me pasó lo que con las otras corrientes que como que se me quedaba impregnada la onda después de leer los cuentos. En fin, el reto era contar esa historia que se me ocurrió pero que fuera surrealista (cosa que no logré) pero se debe de poder. Es decir, no escribir otra cosa (que podría ser más fácil) sino la misma historia pero de modo surrealista. A ver…

    Lo del tuitijazzeo de Yuriko (cuento nacido de otro cuento, alguien metiéndose en los sueños de otro, etc.)… ¡un auténtico placer!

    Por último, una errata en el cuento de Yuli (que ella misma descubrió): “Se los dije” cuando debía de ser: “Se lo dije”. Si, no me equivoco: ¡La primera es la que está mal y la segunda es la correcta! Si les interesa esta apasionante discusión académica, métanse a nuestros TL (Yurixi, yuriikko y pliniux). Ahí está todo lo que intercambiamos.

    Un abrazo.

    • Hola, yo creo que sí, trabajando ese mismo cuento, El viejo cayuco, se le puede convertir en surrealista. Te buscaré más cuentos del género para que puedas analizarlos.

      En cuanto disponga de un poquito más de tiempo, actualizaré esta entrada del blog para anexar la explicación del porqué es correcto “se lo dije” en vez de “se los dije”. Interesante descubrimiento. De esos que dan ganas de hacer fiesta, jaja. ¡Fiesta de palabras! Descubrir las sutilezas del lenguaje es un placer.

  2. Me encanta que exista debate post- tuiteo de cuentos por este medio. Es lo que enriquece más, creo yo.

    Quiero comentarles algo: quizás algunos lo sepan, quizás otros no, pero tuve la fortuna de haber ganado el 2ndo. lugar del pasado certamen de microrrelatos 140GE. No lo estoy presumiendo, lo estoy comentando por una razón: cuando escribí mis relatos participantes, caí en la cuenta de que todo lo que todos estábamos escribiendo tenía tintes macabros. Es decir, o hablaban de tragedias, o de muertes, o de malas noticias, o de emociones desgarrantes, y me “molestó” un poco. Me molesté conmigo misma. Intentaba escribir cosas tiernas o divertidas y terminaba con mis tragituits. Así que me negué a tuitear más “de lo mismo”. Participé con unos 15 microrrelatos, más o menos. Y miren, me seleccionaron. ¿Y todo esto qué tiene que ver? Pues que ahora tengo la sensación, al leer los cuentitos participantes del #10alas10 (¿sí se llama así el HT?), de que esa tendencia persiste, exista o no un certamen.

    Ojo, no estoy criticando a quienes les gusta el suspense o el terror (casi todos participamos en el #microhorror, sitio que, por cierto, está lleno de faltas de ortografía, pero eso es otro tema), sino que estoy sugiriendo salir un poco “del montón”. Claro, es mi opinión y, como tal, puede o no ser tomada en cuenta. Yo lo digo solamente con afán de criticar constructivamente a quienes deseen ser criticados.

    Solamente he participado con ustedes en 2 sesiones y me siento con poca “calidad moral” para opinar de cada uno, porque van a decir que yo qué me meto.

    En general, me da a veces la impresión de que los tuits están algo forzados. Se utiliza un lenguaje muy rebuscado (si quieren digo los nombres específicos de quienes percibo esto) como para dar la impresión de dominio del tema o para impregnarle dramatismo al contexto. Y yo soy de las que opinan como Mies van der Rohe que menos es más. Sobre todo si se construye a partir de tuits. Y prueba de ello es mi cuento presentado en esta ocasión. Hubo tuits de 15 caracteres. Si ya se dijo lo que se tenía que decir, ¡pues ya! No hay que abarcar forzosamente 140 caracteres.

    Tengo un poquillo de experiencia en cuestiones literarias (luego les paso mi CV, jaja) y si de algo les sirve, la pongo a sus órdenes.

    Saludos a todos.

    • Hola, Yuli. Gracias por el interés.

      Uno por uno respondo cada punto que comentas:

      1. Sí, sabemos que obtuviste el segundo lugar en #140GE. ¡Felicidades!

      2. No creo que el que tu cuentito no fuera una tragedia fuera el criterio para elegirlo. La brevedad y el ingenio, sí.

      Lo que yo noté en ese concurso fue que para bien y para mal, el concepto de microcuento está profundamente marcado por el archiconocido de Augusto Monterroso. Ya saben, el despertar, el dinosaurio…

      La regla indicaba que el cuento debía ser menor a 140 caracteres, puesto que había que incluir el HT. Pero nadie dijo nunca que era un criterio de calificación el “mientras menos mejor”.

      Hubo muchas colaboraciones valiosas, de todo tipo. Unas alegres, otras con sentido del humor, fuera blanco o negro (incluso algunos parecían chistes), otras tristes, y sí, muchas dramáticas. Porque así es la vida, simplemente. En la vida hay muchas cosas que el arte puede retratar. Cada escritor tiene su estilo y decide su tema disponiendo como mejor guste de los caracteres con que cuente. Puede usar diez, cincuenta, ciento veinte, etc. Esa misma libertad se otorga en este curso, cuyos ejercicios prácticos no son de microcuento, son de cuento breve. Lo que me lleva a…

      3. ¿De qué se trata el curso que ahora estás atendiendo con nosotros?

      Como tu primera participación fue espontánea y “sobre la marcha”, no te dimos los antecedentes.

      El curso fue titulado de historia y práctica del cuento hispanoamericano, porque se trata, a riesgo de ser terriblemente obvia y redundante, de estudiar la historia del cuento en Hispanoamérica a través de los mejores escritores. El temario es:

      -Romanticismo.
      -Realismo.
      -Naturalismo.
      -Modernismo.
      -Criollismo.
      -Cosmopolitismo A. Cubismo.
      -Cosmopolitismo B. Realismo mágico.
      -Cosmopolitismo C. Surrealismo.
      -Cosmopolitismo D. Existencialismo.
      -La generación del Boom. Sucesos relevantes en México entre 1954 y 1985.
      -El feminismo y la violencia.
      -Cuentos Contemporáneos.

      Notarás que falta poco para finalizar el curso.

      El curso empezó porque anteriormente, algunos de nuestros amigos que participaban en las veladas literarias de improvisación libre que hacíamos en twitter, tendían a ser unitemáticos. El estilo de muchos era una variante pop del romanticismo… con mucha tendencia a rimar aunque se escribiera prosa. Los textos eran más parecidos a canciones que a cuentos.
      Ante estas circunstancias, el curso pretendía enseñar a observar y analizar el trabajo de los mejores escritores de cada corriente, para ampliar nuestra visión y desarrollar la creatividad y la sensibilidad artística.
      Previo al curso, hubo teoría sobre la creación y la escritura de cuentos.

      Estamos estudiando cada una de estas corrientes, como dije antes, no para aprender una fórmula, sino para comprender el desarrollo del género que nos ocupa, el cuento, y en el idioma que hablamos, a través de la historia. Así nos preparamos para escribir como los contemporáneos.

      Es prácticamente imposible deslindar el arte de las circunstancias históricas en que nace. La sociedad y la política suelen estar presentes en él todo el tiempo, explícita o implícitamente. De ahí los temas que resultan.

      Permíteme resumir un poco acerca de algunas corrientes, eso tal vez te explique porqué te parece que solo abordamos temas dramáticos “del montón”.

      El realismo (que rompió con el romanticismo) se trata de ver crudamente la vida cotidiana tal como es. Sin idealizaciones ni adornos. Abandonando el egocentrismo para abordar los problemas sociales. Específicamente los de la clase baja. Ejemplo: Mariano Azuela en Los de abajo.
      Ergo, nuestro ejercicio fue observar los problemas sociales contemporáneos.

      El naturalismo, con su visión aún más cruda de la realidad, abordaba los más aberrantes crímenes y actos bestiales del individuo, bajo la filosofía del Determinismo, que afirma que las carencias de la sociedad son las responsables de que aflore la naturaleza salvaje del hombre. Hicimos ejercicios bajo esta teoría. Aclaro, no porque necesariamente comulgáramos con ella o no, sino para comprender el punto de vista de los naturalistas.

      Cuando tocó el turno del criollismo, estudiamos sobre la Revolución Mexicana e hicimos el ejercicio respectivo. También trasladamos la visión criollista a la realidad contemporánea de México. Nosotros no teníamos una Revolución como la de 1910, así que fijamos nuestra mirada en los sucesos políticos actuales y abordamos las recientes elecciones presidenciales en #cdec, el cuento colectivo que escribimos los lunes.

      Y así sucesivamente hasta llegar al cosmopolitismo, corriente muy importante porque sigue vigente. Con esa sí estamos de acuerdo. Queremos estar al tanto del acontecer mundial y local, queremos saber de filosofía y de ciencia. Y reflejarlo implícita o explícitamente, en nuestros escritos. El cosmopolitismo es universal. Gente de todo el mundo lo debe poder entender. Se prefiere por eso, el lenguaje culto y formal. No es alarde de conocimientos, cada quien habla de lo que sabe.
      Pongo algunos ejemplos… @pliniux es doctor en química, él suele incorporar detalles de su área de expertise en sus cuentos, con muy buenos resultados. Su cuento cubista utilizó el punto triple, en el que coexisten los estados de la materia, sólido, líquido y vapor, para hacer una analogía con un punto de convergencia de pasado, presente y futuro.
      A @HugoDanielCaxo y @XavoCamacho, que son músicos, les agrada incluir referencias a eso, pero han logrado cosas muy buenas incluso apartándose de su tema favorito. Xavo hizo en un cuento, un homenaje a Edgar Allan Poe, que logró la atmósfera “Poetiana”. A @AlterPoeta, que es entre otras cosas, activista social, le interesa hacer crítica y denuncia en sus escritos. Yo también recurro a lo que sé y que me gusta, naturalmente. Mis estudios son en diseño y comunicación visual, semiótica, y arte. Filosofía del arte, Psicología del Arte, Apreciación del Arte, Simbolismo en el arte. Incluyendo literatura. Ah, y al querido @artillero y a mí misma, @yuriikko, nos interesan las matemáticas y la física cuántica. Hemos hablado de la teoría de las cuerdas, de la teoría de la relatividad y de la música de las esferas. Si gustas puedes leer aquí mismo en mi blog un cuento breve titulado Luzluna, tras el cual comento de la música de las esferas. No es que se trate de eso, es que tiene una breve referencia a tal música, y después, habiéndolo recordado por las circunstancias en que “nació” mi cuento, me puse a hablar de ese tema, simplemente porque me gusta mucho. Es un cuento tierno y alegre, como lo que tú quieres que escribamos. @Pliniux y yo hemos escrito incluso cuentos infantiles. Los cuales pretendo publicar, pero no he tenido tiempo.
      Si no escribimos cosas bonitas, no es porque no podamos hacerlo, sino porque en este momento seguimos un plan de estudios. ¡Y sigue el existencialismo! que retrata la angustia, la decepción del ser humano por la vida… ¡Imagínate pidiéndole a Jean Paul Sartre que escriba cosas tiernas! Bueno, ya no a Sartre, a Juan Carlos Onetti, el que se considera autor del más original cuento existencialista en Hispanoamérica. Y tampoco es que nosotros estemos angustiados, jaja. O al menos, espero que ninguno de nuestros queridos amigos esté atravesando por una crisis existencial, sería terrible. Sólo se trata de ser empáticos con los que sí están atravesando por esas crisis y dudas existenciales que son inherentes a la humanidad ¿Porque, de qué escribimos? de la humanidad, de la vida.
      Ya habrá tiempo, cuando termine el curso, que falta poco, para que cada quien elija tema y estilo para hacer sus propias creaciones. Todos son libres hasta de regresar al estilo romántico-pop que favorecían algunos al principio, si es que eso “es lo suyo”. No hay línea aquí.

      4. Siéntete libre de decir lo que tú gustes, de tí misma (publica tu currículum, si gustas, te he dicho antes que es un placer contar con personas de tu experiencia) y de los demás, sin rodeos. Nombra a las personas a las que te refieres, no tenemos ningún problema. Al contrario.

      Nuevamente te agradezco tu enorme interés. Te mando un abrazo con afecto.

  3. Ups, creo que se malinterpretaron terriblemente mis palabras, Yuri. Pones en mi boca cosas que yo no dije. Y seguramente la culpa es mía por no expresarme adecuadamente. Retiro todo lo dicho. Siempre es mejor no tener una postura ante nada, así no te creas nunca ninguna enemistad. Pido humildemente una disculpa si a alguien ofendí con mis apreciaciones. Gracias por haberme abierto las puertas a este foro y a la dinámica que llevan a cabo. Un beso.

    • Estoy desconcertada.

      ¡Pero si no hay enemistad alguna! Ni malinterpretación. Yo no me ofendí, ni te ofendí.

      Reviso mi respuesta y no te pongo palabras que no hayas dicho. Tal vez todo es un malentendido.

      La comunicación escrita es maravillosa, sin embargo carece de una cosa que una conversación tête-a-tête tiene: que puedes ver y oír a las personas expresarse, y captar, por su voz y gestos, su estado de ánimo. Por eso, aunque parezca infantil, no puedo renunciar a los grafismos en los mensajes escritos. Una carita feliz ayuda a comunicar algo tan complejo de escribir como “te estoy sonriendo ahora con el mejor de los ánimos”. Tal vez debí poner una carita feliz al final de mi comentario. ¡Todo por querer ser muy correcta!

      Pediste una opinión y yo escribí la mía, eso no tiene nada de malo. Excepto tal vez, que suelo extenderme mucho… Habrás notado es uno de mis defectos.

      Pero nada de lo que escribí fue como para que menciones una enemistad…

      De verdad, tal vez haga falta conocernos más, pero ya te darás cuenta; yo simplemente no puedo enemistarme con nadie, jaja. Siempre me andan diciendo “es que a tí todo mundo te cae bien”. ¿Y por qué no habrían de caerme bien? Si todos nos tratamos amablemente y con respeto no hay razón para lo contrario. Es cuestión de actitud. A mí me gusta ser amable, por convicción. Creo que toda la gente es valiosa; la respeto. La mayoría de la gente también me respeta y es amable conmigo. La buena voluntad para con las personas es mi estilo de vida. Un estilo de vida muy feliz. Pacífico.

      De verdad, por más que reviso, no veo donde cometí una falta de respeto contigo. Es culpa del lenguaje formal. A veces expresarse coloquialmente ayuda.

      Repaso: Sí sabemos lo del concurso, y te felicito. Algunos te felicitamos en ese entonces, incluso. Pero como no nos “conocías”, tal vez no lo recuerdas.

      Mi opinión sincera es que te seleccionaron por la brevedad e ingenio de tu cuentito; si no mal recuerdo era algo así como: “Y todas las noches, mientras la besaba, nunca le dijo la verdad” (perdóname si cito mal; ha pasado mucho tiempo, eso es lo que recuerdo). Creo que el dejar abierto a la imaginación qué verdad era esa que nunca dijo el personaje, fue lo que gustó a los jueces. El primer lugar también dejaba mucho a la imaginación. Algo así como “entonces descubrió que era su padre” no recuerdo exactamente. Eran desenlaces de una historia que había que imaginar. A diferencia de las historias breves pero que incluían el tradicional inicio-desarrollo-desenlace que lo contaban todo. Como el tercer lugar, pero de ese no hablo porque parecía haber copiado la fórmula de Fredric Brown.

      También sigo opinando que el microcuento de Monterroso marcó pauta, para bien y para mal. Para bien, porque en efecto es buenísimo, para mal, porque limita un poco. Pero insisto, es una opinión, expresada honesta y libremente; sin afán de ofender a nadie.

      Respecto a lo de los temas tiernos o divertidos, sigo opinando lo mismo, y aquí tampoco hay intención alguna de ofensa. No creo que haya sido criterio para elegir ganadores del concurso.

      Respecto a lo rebuscado que mencionas, y te cito: “En general, me da a veces la impresión de que los tuits están algo forzados. Se utiliza un lenguaje muy rebuscado (si quieren digo los nombres específicos de quienes percibo esto) como para dar la impresión de dominio del tema o para impregnarle dramatismo al contexto”, opino que simplemente todos hablan de lo que saben, no porque quieran dar impresión de dominio del tema, cosa que expresé como que “no es alarde de conocimientos”, pero son palabras mías con las que contesté, no te las atribuyo a tí. Y a todos les consta que cuando notamos algún rebuscamiento que no aporte a la historia, se lo quitamos.

      E insisto, el temario del curso tiende más al género dramático, pero son simples ejercicios. En sus creaciones fuera del curso, cada quien elige tema y estilo en sus escritos. Yo últimamente no he escrito casi nada fuera del curso, porque el preparar los temas y hacer las revisiones se lleva todo el tiempo (quisiera decir libre o extra, pero no tengo ninguno de los dos, siempre ando “multitasking” y robando tiempo incluso al sueño) que le puedo dedicar a escribir. Pero mi estilo propio es más cercano a el cuento que te comentaba, Luzluna.

      No sé en qué te pude ofender, pero me disculpo de todos modos. Mi invitación a que participaras fue hecha con la mejor de las voluntades, y me ha gustado mucho que estés, por la buena calidad de tus escritos y por tu asertividad. Desde antes te comenté de tu experiencia, porque se nota. La apreciamos. Sin embargo, si deseas publicar tu currículum, ¡adelante! Lo leeremos con gusto.

      Y también adelante con mencionar los nombres de los participantes a quienes quieres criticar. Todos estamos abiertos a la crítica. Que contestemos a tal crítica con nuestras opiniones, no significa que exista una enemistad; al contrario. Solo los amigos pueden conversar sin pelearse aunque sus opiniones difieran. Cada quien tiene derecho de expresar sus opiniones en plena libertad. Algunas veces cambiaremos de opinión al recibir una opinión ajena; otras veces no, y persistiremos en nuestro punto de vista. Esto no es nada más que natural, y por supuesto, perfectamente válido. Es un intercambio saludable de ideas.

      Una prueba de la buena voluntad con que se te ha recibido: estábamos acostumbrados a manejar los tallereos vía twitlonger; solo para que tú te sintieras cómoda comentando, lo trasladé al blog. Si casi nadie más ha contestado por aquí es porque todavía no se acostumbran. Suelen hacerlo por twitter.

      Aquí no hay ninguna enemistad, Yuli. Los malentendidos hay que aclararlos y ya. No pasa nada. Ahora sí va una carita feliz: 🙂

  4. Plinio Sosa permalink

    Ups. Puse un comentario larguísimo y parece que no se quedó. 😦

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